En un rincón poco conocido del Baix Camp, fuera de las rutas transitadas y ajeno al ruido turístico, está el Castell de Teixells, también conocido como Mas de Sant Rafael.

No esperes almenas ni visitas guiadas: este castillo rural es de esos lugares que se descubren caminando, con calma, y se disfrutan desde fuera. Está en el término municipal de Cambrils, y aunque no se puede visitar por dentro —es de propiedad privada—, su estampa imponente entre campos, barrancos y el cielo abierto merece que hagas una parada si estás de vacaciones por aquí cerca.

Historia y curiosidades del Castell de Teixells

Aunque no aparece en las guías habituales, el Castell de Teixells tiene siglos de historia a sus espaldas. Sus elementos más antiguos datan del siglo XVI, aunque cerca se han encontrado restos de un molino medieval, lo que apunta a un uso agrícola aún más antiguo.

Era, en su origen, una vivienda fortificada construida para defenderse de los ataques piratas que azotaban la costa catalana. Desde entonces, ha sido el centro neurálgico de la zona de Teixells, ya que por los alrededores existía una pequeña población.

Su estructura es sobria pero contundente: un edificio de planta rectangular con dos torres cuadradas, una de ellas con una capilla dedicada a Sant Rafael en su interior.

En la entrada todavía se conservan dos carteles con las iniciales de Edmund Sivatte, el criollo que reconstruyó el conjunto en estilo neomedieval y que incluso plantó palmeras cubanas en el jardín. Sí, sí, se trajo las semillas de las palmeras.

También se dice —y esto solo son rumores— que durante un tiempo fue punto de encuentro del movimiento carlista antes y después de la Guerra Civil.

Uno de sus elementos más fotogénicos —además de las torres— es una pintura de un ángel que hay en la fachada. ¡Puede verse desde fuera!

Es un edificio que ha sabido conservarse muy bien con el paso del tiempo y que hoy en día se utiliza como segunda residencia.

Cómo llegar y qué ver en el Castell de Teixells

El Castell de Teixells se encuentra en la partida dels Teixells, en Cambrils, en dirección hacia Montroig. El acceso es exterior, ya que es propiedad privada, pero puedes admirarlo perfectamente desde el camino. Es muy habitual incluirlo en rutas a pie o en bici, ya que la zona se presta tanto a la BTT como a la carretera.

A solo 150 metros del castillo, merece la pena que hagas una parada junto al Pi dels Teixells, un impresionante pino blanco con más de 100 años de vida, declarado árbol de interés local y comarcal. Aunque ha perdido algunas de sus ramas más grandes, sigue siendo un símbolo natural del entorno. Su altura, de más de 23 metros, y su copa, de casi 22, lo convierten en uno de los árboles más imponentes de la zona.
Todo este conjunto —masía, barranco, árbol y paisaje— crea una postal perfecta si buscas un lugar con historia, encanto y sin aglomeraciones.

Rutas cerca del Castell de Teixells

Una de las mejores formas de visitar el Castell de Teixells es haciendo la ruta circular que va por Cambrils, camí de les Basasses, Parc Samà, Mas d’en Blai, pasa también por el Castell de Teixells y vuelve a Cambrils. Es un recorrido por tierras del Baix Camp que te permite disfrutar del entorno rural y cultural de la comarca.

Eso sí, si vas en verano o en días de calor, prepárate bien. Gran parte del camino no tiene sombra, así que agua, gorra y protector solar son imprescindibles.

Afortunadamente, uno de los puntos clave de la ruta es el Parc Samà, donde sí encontrarás sombra, fuentes y hasta un bar donde tomarte algo.

El Parc Samà es, por sí solo, una joya. Está catalogado como Bien de Interés Cultural y forma parte del Itinerario Europeo de Jardines Históricos. Fue promovido por Salvador Samà i Torrents, marqués de Marianao, que fusionó en este espacio romanticismo, modernismo y estética colonial. Tiene un montón de jardines exuberantes, un lago con puentes colgantes, animales exóticos y una arquitectura indiana que emociona y sorprende.

Así, esta ruta te lleva de la historia más íntima y rural del Castell de Teixells a la elegancia paisajística del Parc Samà. Una combinación perfecta, ¿no te parece?

Un par de apuntes más para visitar el Castell de Teixells

Aunque el Castell de Teixells no se puede visitar por dentro, sí puede verse desde el camino, y es uno de esos lugares que valen la pena, aunque solo sea para pararse un momento y contemplarlo en silencio. Es un sitio fotogénico, lleno de detalles y muy especial por el contexto natural en el que se encuentra.

Si decides hacer la ruta circular, evita las horas centrales del día en verano, porque el recorrido tiene muy poca sombra. Lo mejor es empezar temprano, llevar suficiente agua, algo de comer y ropa por capas para caminar varios kilómetros e ir quitándote las que sobren.

El terreno es fácil, aunque puede haber tramos de pista asfaltada sin demasiado interés, lo cual se compensa con creces cuando llegas al castillo y al parque.
Si vas en bici, puedes hacerte el recorrido en medio día. Y si solo quieres acercarte en coche y verlo… ¡también es posible!

Entonces, ¿te vienes a conocer el Castell de Teixells?

El Castell de Teixells, o Mas de Sant Rafael, es uno de esos lugares que te recuerdan por qué vale la pena perderse por el interior de Tarragona. Es discreto, sobrio, lleno de historia, y tiene ese encanto de lo que ha sobrevivido al paso del tiempo sin necesidad de grandes focos ni restauraciones llamativas.

Es un rincón ideal para amantes del senderismo, de la fotografía, de la arquitectura rural y de los secretos de la historia catalana. Y si lo visitas como parte de la ruta que incluye el Parc Samà, la experiencia es de lo mejorcito.

Puede que no puedas cruzar sus puertas, pero desde fuera ya se siente la fuerza de su legado. Si estás por la zona de Cambrils o el Baix Camp, detente, mira, respira… y descubre el Castell de Teixells.

¡Y si no estás por aquí es porque no quieres! En Parc Montroig tenemos un montón de alojamientos en la zona para que vengas a disfrutar de Cambrils y de todos los encantos que tiene la zona.